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Libro Patas de Perro

ensayo

 

Ensayo, tesis, argumentos y conclusión

Bobi sufría constantemente de severas golpizas, propinadas por parte de sus padres, compañeros del colegio y profesores, lo cual le provoco un severo daño. Nadie se conmovía por él ni le daban la oportunidad de demostrar su grandeza interior, situación lamentable sobre todo ocurrida en el colegio donde se supone que las personas acuden para desarrollar su espíritu con sabiduría, pero para Bobi la escuela no era más que un antro de crueldad y burlas, para los profesores y alumnos del colegio.

Estos constantes maltratos fueron dejando severos daños, tanto físicos como psicológicos en Bobi, quien ni siquiera contaba con el amor incondicional de sus padres, estaba solitario en el mundo enfrentando a la humanidad entera.

Lo que sería inconcebible si pensamos que cada nuevo ser es el resultado genético del aporte del padre y de la madre. Visto desde este punto de vista si un hijo nace con malformación, generalmente es producto de un error en la genética de ambos o alguno de los padres, por factores desconocidos o simplemente por problemas de drogadicción.

 

 

Afortunadamente hoy en día es una preocupación constante el tratar de integrar a la personas con diferencias pero esto pasa por bien entender, primero que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, como lo afirma la Declaración Universal de Los Derechos Humanos.

La triste historia de Bobi nos es contada por un ser humano, llamado Carlos el cual era compasivo y con una grandeza de corazón que engendra sentimientos de amor y ternura hacia un ser marginado,    

El  “aceptar” no es forzar a las personas a ser igual a nosotros, se debe respetar a todos los seres humanos sin importar sus raza, sexo, religión, nacionalidad o color de piel ese es el verdadero sentido del amor que el libro nos quiere entregar desde la visión de un pobre niño que nació con las patas de perro. Por esto es que este libro nos entrega una gran enseñanza la cual debemos emplear en el día.

 

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